Dinorah Gutiérrez Andana. Hidalgo del Parral Chihuahua. 1971.
Poeta.
Desempeño laboral:
- Se ha dedicado al periodismo escrito y en medios electrónicos desde 1990 a la fecha.
- Consejera de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Chihuahua.
Actividad literaria:
En 1996 participó en el Primer Encuentro Estatal de Mujeres Poetas del Estado en la ciudad de Cuauhtémoc Chihuahua durante el lV Festival de las Tres Culturas.
Publicaciones:
- En 1997 publica en la Antología "Químicamente puras" Memoria del Primer Encuentro de Mujeres Poetas del Estado de Chihuahua. Editado por Onomatopeya Editores, Instituto Chihuahuense de la Cultura.
- En 2002 publica un poema para la antología “Estrella Fugaz” editada por el Centro de Estudios Poéticos de Madrid España.
- En 2007 su poema “De piel y manzanas verdes” es seleccionado, publicado y traducido al italiano en la web por el escritor y director artístico Francesco Randazzo, en su sitio personal.
- En octubre 2008, publica en la antología sobre el IV Encuentro de mujeres poetas en Huejuquilla (Cd. Jiménez, Chihuahua México).
- En noviembre 2009 y noviembre 2010, es incluida en la Antología “Hechiceras de la palabra”, edición XVII y en la antología “Paisajes Interiores”, edición XVIII del Encuentro Internacional de Mujeres Poetas en el País de las Nubes, realizado en Oaxaca.
- En enero 2011, es seleccionada en la antología del Premio Internacional Latin Heritage Foundation de Nueva York, en el libro de poetas latinoamericanos: “Una Isla en la Isla”.
- En enero 2011, es seleccionada en la antología del Primer concurso Internacional de poesía “Yo soy mujer”, organizado por la Asociación Mujeres Poetas Internacional de República Dominicana.
- En noviembre 2012, es incluida en la antología “La República en la voz de sus poetas”, del XX Encuentro de mujeres poetas en el País de las nubes.
Muestra de obra:
¿De qué pasta fuimos hechas las mujeres?
Con qué molde creyeron que fuimos cortadas
Con qué metro nos midieron antes de conocer nuestra estatura
Somos las mujeres del nuevo tiempo
el que no se detiene,
que no retrocede
no se mira en los relojes
ni en las arrugas de la frente
Trasciende el blanco de las canas
la grasa de los vientres
el dilema de los años nuevos.
¿De qué pasta fuimos hechas las mujeres
si somos más que piedra, o carne y sólo huesos
más que tierra, agua o fuego…
¿De qué pasta estamos hechas?
si podemos con ésto y con lo que viene
Desde afuera,
desde adentro,
Entre muchas,
entre pocas,
entre todas juntas
Levando la voz
rompiendo silencios,
sombras,
secretos horrendos
Inútil mancillar nuestros nombres
mutilar nuestros cuerpos,
o castigar nuestras almas
con el fétido aliento del misógino desprecio
El dolor es una campana a la conciencia
Certeza
saber que estamos hechas no de una mezcla cualquiera
hechas de esa pasta:
de acero,
seda ,
miel,
canela.
Escribo porque soy
La que todavía escribe sin dejar de ser
Escribo antes de caer
Escribo para no perecer
mientras me levanto
Escribo para drenar esta espesura
el pegajoso cochambre de las noticias
de podredumbre
hastío
Escribo, escribo…
Mientras me enfado,
mientras reniego de esperanzas sosegadas
Escribo con palabras propias o con las de otros,
Escribo antes de diluirme
en el silencio de muchos
en la apatía de tantos
con la imbecilidad de aquellos,
la de esos que Sicilia ha marcado con el dedo
Escribo por si acaso
en este momento,
el único que tengo,
del que dependo
Escribo mientras puedo y no me pierdo
entre los nudos de garganta
entre mordazas y dilemas éticos
Sin nombre
Qué tiene esta gente de mierda en las gargantas
que ya no canta
que rompe el silencio de las casas con sus armas
que mancha sin piedad
la historia que escribieron sus abuelos
Qué tiene esta gente
que ha perdido la dignidad y la esperanza
pus en el alma
lodo en las arterias
Qué tiene esta gente sin vergüenza
que abandonó su humanidad en la ignominia
atrapada entre las sombras
entre la sinrazón y el sin sentido
entre la fragilidad del desconsuelo
y el desliz atroz de la ambición
o la deshonra.
Qué tiene esta gente que camina con la muerte
Que lleva la muerte
Que duerme con la muerte
Qué tiene esta gente que se pudre en vida
Que consume su aliento con adrenalina y droga
Que revienta la carne y el vientre de una madre
que castiga sin piedad al enemigo
en casa,
afuera,
adentro,
todos, a cualquiera…
Que tiene esta gente extraviada
que recorre sobre el asfalto los números, claves,
nombres, nombres, nombres, alias, números, clave
Sin apellidos, sin familia, sin nadie que les cuide, sin nadie que quiera hacerlo
Que tiene esta gente de ojos cerrados
de corazón cerrado
de lucha incesante, sin rumbo, sin destino
Sin acuerdos, sin palabra, sin nombre, sin nombre…
Ciudad promesa
No me gusta esta reserva de las calles
con soldados desconocidos
de belicosos vituperios
con paladines ensombrecidos
y gotas de plomo en las gargantas
No me gusta esa supuesta estratagema de combate al crimen
no la entiendo…
este desconcierto impregnado de serosa codicia
sin rumbo aparente
con reclamos ciudadanos justificados
con desconfianza inerme
Inmundicia, cochambre adherido a las paredes de la sinrazón
de la viscosidad del suspenso,
del miedo,
de la parálisis del espíritu en esta Ciudad otrora Promesa
¿Qué nos pasó? ¿Dónde extraviamos el rumbo?
¿Dónde se atoró el pico de la paloma y nos quedamos sonámbulos caminando en la ignominia?
¡Qué no me gusta esta desazón!
este obnubilado pensamiento,
desaliento…
Por eso grito fuerte ¡¡Todos al suelo!!
¡Qué vuelen de nuevo mariposas blancas!
¡Dejádlas libres!
Qué no todo está perdido
Que nada es negro ni blanco,
Que nada es bueno, ni malo
Sólo es esta nata sombreada sobre las sienes del humano
que olvidó quién era antes del caos
¡Qué se levante el adalid de la esperanza!
el canto del poeta
¡Qué busque ansioso proscribir del mundo esta inmensa tristeza
y esta absurda venganza sedienta!
No te conocí
y sin embargo me dueles…
como duelen los hijos
hijos de esta tierra
de barro y sangre
de polvo y hierba
de trabajo
entre máquinas y balas
No te conocí
y sin embargo sé que nos harás falta
por tu rostro joven
y tus manos fuertes
por tu pulso inquieto
y tus ojos acuciosos
en busca siempre de experiencias nuevas
No te conocí
y sin embargo
sé que un día tuviste sueños y esperanzas
palabras propias
deseos tiernos
ideas buenas
que arrebataron sin piedad
de tus bolsillos
sin darte tregua
No te conocí
pero sé que te falló este mundo
tan simple y a la vez complejo
convulsionado, revuelto
sin brújula
sin rumbo
amedrentado por la pólvora
y la mirada del hierro
No te conocí
pero sé que funcionó demasiado bien
ese engranaje absurdo
ese, del que todos sabemos…
Vestido de gris
de opaco discurso
de palabras estériles
res-ba-lan-do
de corbatas y pantalones
que quedan grandes
camuflaje inflamado
de escritorio escudo
detrás de las cortinas
humo
Triste estoy por ti
aún sin conocerte
joven de apellido
sin nombre conocido
Joven de rizos
o de cabellos lacios
de piel morena
o de blancas carnes
Cualquiera
quien fuiste
quien hubieras sido
Triste debería estar con la voz de la derrota
por todo lo que ahora somos
por lo que dejamos de ser
por lo que olvidamos que seríamos
contigo
Hijos de esta tierra
que huele a moho y ceniza
que parece quieta
entre la cañería
de lo acordado
de lo convenido
entre pactos verdugos
y contratos ajenos
No te conocí
Y sin embargo
se que dejarás tu huella
en estadísticas
en los números
en las letras
en las quimeras
Es esta triste historia
de tierra caliente
encendida
en fuegos cruzados
abierta
Carne y venas de familias
expuesta
No te conocí
y sin embargo imagino
te encontraremos en el camino
incierto
multitud de fariseos
entre las líneas de otro sendero
acaso
donde a veces se asoma
Solo a veces
una pálida y tierna luciérnaga
que se acomoda entre los pliegues
de una ciudad otrora noble
empero que olvidó de nuevo
a sus donceles
Cuántos de los que tienen oídos oyen mi voz esta mañana?
Siete, tres, uno...
¿Cuántos hablan y hacen y, no sólo hablan o hacen y se esconden?
Miles, cien, diez...
El amor está en el aire canta Manilow
y la tinta del periódico me saca del trance:
"El aire lleva hedor de conflicto, muerte, mugre, sangre..."
lleva el aire el color de la transa
lleva el tono de los músculos que por el miedo se contraen
aire cuajado
en el quebranto de la desconfianza
¡Aaah, necia!, el amor sigue en el aire... ¿lo hueles?
El amor está en el aire, respira y la carne sigue tibia.
El amor está en el aire y en los muros de esta casa,
¿Lo busco entre las cortinas de mi recámara?
¿Entre las letras de este remedo de poema? o
¿Entre las letras de la sopa de pasta quemada?
¿Está ahí?
¡Yo qué sé!, eso bastará al menos por esta mañana...
Luego iré como otros,
al refugio de locos,
poetas locos
que tejen con sueños y palabras sus esperanzas.
La sangre del desierto
I
Es la sangre del desierto
la que seca los ríos de esperanza
No son dos, ni cuatro, ni doce los muertos…
Esta mañana han sido veinte
se quedaron dormidos en el sueño del injusto
contra los muros de Fe y Vida
de todos los injustos que comen en bacinicas de plata y droga
Andamiaje de sal y tierra
de coraje
de tumultuarios gritos acallados por la voz del fuerte
Esta mañana han sido veinte…
no supieron quiénes portaban los fusiles
olvidaron quiénes extraviaron el rumbo
y se enlodaron
Mendicidad humana
mendicidad de las almas
que se fugan en silencio cuando llegan las balas
II
Es la memoria fría de las calles
el tejido hueco del asfalto
el aullido palpitante de las sirenas
el latido de la ciudad que arrastra sombras
Y luego…
El silencio que abruma
que paraliza las entrañas
El silencio del que calla y sabe
sabe, calla y duerme
en esta ciudad asustada.
Plenilunio
He cosido mis poemas a la luna
para que lleven mi canto
alto,
lejos,
fuerte
para que iluminen tu rostro mientras le miras
por si le encuentras en la noche fresca
ahora que estoy plena,
ahora que es de plata
la luz que baña mi cordillera.
Invasión
Invasión de colores
y calores
de fragancias sutiles
mezcla de sal
y canela
en piel y formas
Invasión de sentido
y quejidos
de dolor y sin dolor
de palabras y fortaleza
de cabellos
dedos firmes
Invasión
de burbujas tiernas
hasta la vulnerabilidad.
Mujer, animal, esencia
Soy sirena de mar tranquilo
que elude perseverante las olas
y nada entre turbulencias y rocas…
Suelo volar como mariposa
en cielo abierto
en busca siempre de flores limpias
y viento de fragancias dulces
Tengo blancas alas
y luz interna
cálida o enérgica
A veces me vuelvo serpiente silente
entre lobos que devoran mi voz
hambrientos
con ojos de fuego que ciegan
asedian…
Mas luego recuerdo
quién soy
y grito para que otros oigan
incluso yo
Solo soy por mi propia voz
la que soy
toda yo
mujer animal
esencia Soy …
Niña de cara lavada
Para Samantha
Niña de cara lavada
orofino en los cabellos
Niña de mirada de fuego y agua
voz de seda y trueno
De piel blanca Niña
sangre de mi sangre
guerrera constelar
de mujeres que escribieron antes nuestra historia
Niña de ojos abiertos
de corazón valiente y manos tibias
de aliento fresco y piernas de gacela
Niña que me robas el alma con tus besos
Niña,
herencia de mi carne y el silencio.
De piel y manzanas verdes
Historia nocturna
de piel
y manzanas verdes
dulce aroma
en flor abierta
en tallo suave
hojas
caricias de yerba.
Cuento timorato
Había una vez en un cuento timorato
escrito en luna llena
Entre los brazos atentos
de un dilecto complaciente,
una celeste mariposa
de alas blandengues
que encontró por fin la fuerza
Y reparó sus alas.
Reinició su vuelo
buscó de nuevo flores
de manzanos dulces
en paisajes verdes
con aromas frescos
Sin temores
Sin sollozos
Sin silencios
Abrió de pronto el telón de una historia joven
Y después de muchos,
muchos vuelos ensayados,
atrás quedó la trama de cualquier otro aburrido cuento timorato.
Montemayor
“Tener mi sitio como todo lo que está en la casa.
Perdurar el tiempo que sea, como las cosas.
No ser más ni mejor que ellas.
Sólo ser, en medio de la mi vida,
parte del silencio de todas las cosas”
Carlos Montemayor
Toman tu lugar las lenguas alborotadas,
intentan
arrogantes presumen haberte conocido
voces sin mérito asidas a tu nombre
empero muchas más que cantan humildes tu legado
Toma tu lugar ahora tu grandeza
esa que sin duda no creíste poseías,
por ese halo sencillo, accesible, apacible…
Toma su lugar tu chispeante agudeza,
la crítica certera, tu palabra ecuánime en la historia,
en los libros,
en las almas que tocaste (la mía entre ellas),
en el método que modificaste
en el riesgo que asumiste valiente al defender tus ideas
Toma su lugar tu imagen
siempre fiel a tus creencias
defensor de convicciones
luchador de las promesas
Toman su lugar, se acomodan tus propias letras:
“…sólo ser, en medio de la mi vida,
parte del silencio de todas las cosas”
las que has dejado vibrantes, alerta, despiertas…
Será tu nombre Carlos
Indeleble huella de las causas nobles
de la dignidad ajena y de la propia,
del origen de los pueblos, de sus hijos, de su herencia.
¡Toma tu lugar Montemayor!
¡Que nadie puede arrebatarlo!,
Tan amplio como el nombre de tu padre
tan profundo como tu madre
tan cálido como tu tierra,
¡Nuestra tierra! (Parral)
tan fuerte como tu espíritu que ahora se eleva.
Sincronicidad en tres tiempos
I
Ni dos kilómetros
ni muros
ni adoquines en la vereda
la rueda giraba acomodando todas las piezas
Un encuentro casual… en apariencia.
Lo supe,
manzana que embriagaba a solas
Fuiste azul,
ave de otro tiempo,
siglos…
fluido ilimitado en el momento justo
Fuimos tormenta eléctrica
río desbordado
un aire fresco que estorbaba
Un rumor de verdad en el aliento
¿A quién más le importa?
lo supimos
II
Te pensaba...
esa tarde te pensaba intenso
el Nessum Dorma sonaba desde la garganta de Luciano en la radio
mientras te tocaba con mis recuerdos
Te ví de reojo junto a mi
Y te robé un beso cuando te convertías en humo
Pero no alcancé tu sombra
con mis labios de arena
III
Ahora
camino por senderos de piel
y exploro arbustos que adornan la rúa de tu vientre
No hay mapa pequeño
que me lleve a tus ojos
ni brújula que conduzca a tu boca
sin atajos